Baja al Dungeon. Mata todo lo que encuentres. Apuñala a tus amigos y quédate con sus cosas. Toma el tesoro y corre. Admítelo. Te encanta.

En esta ocasión os presentamos Munchkin, que para los que aún no lo conozcáis es unos de los pequeños grandes clásicos.

Munchkin es un juego de cartas diseñado por Steve Jackson y magníficamente ilustrado por John Kovalic, de la serie Steve Jackson Games y que es distribuido en nuestro país por Edge Entertainment.

El número de jugadores recomendados es de 3 a 6. Una partida dura 60 minutos de media.

La caja básica de Munchkin viene con 168 cartas (95 cartas de mazmorra y 73 cartas de tesoro), un dado de 6 caras y el reglamento. Como siempre con la excelente calidad del diseño, del material y la maquetación a la que nos tiene acostumbrados Edge Entertainment.

Munchkin es una parodia de los estereotipos de los juegos de rol de mazmorreo clásicos como Dungeons and Dragons. Los jugadores comienzan el juego con personajes de raza humano y nivel 1. Durante el juego los personajes irán cambiando de raza, consiguiendo y cambiado de clase y subiendo el nivel de su personaje, bien sea matando monstruos, con tesoros conseguidos o con piezas de oro. El ganador del juego será el primero en llegar al nivel 10.

Las diferentes clases que nos pueden tocar en una partida

La mecánica del juego se basa en 2 tipos de cartas que se encontrarán apiladas en la mesa boca abajo, cartas de mazmorra y de tesoro, y junto a ellas boca arriba estarán los descartes que solo mostrarán la última carta descartada. Los jugadores al más puro estilo D&D abrirán la mazmorra con la famosa “patada a la puerta” y entrarán en una nueva sala de la mazmorra, robando pues una carta de mazmorra, que por lo general supondrá un encuentro de combate con un monstruo. Los monstruos tienen su propio nivel y en el combate los jugadores deberán superar ese nivel con el suyo, más las armas, objetos mágicos, poderes y otras cosas que hayan conseguido en su saqueo o bien huir. El resto de jugadores podrá ayudarles o dificultarles la lucha añadiéndose al combate, dando bonificadores o penalizadores a uno u otro o diferentes clases de artimañas.

El ganar a un monstruo generalmente supone subir un nivel de personaje y carta de tesoro, aunque algunos monstruos dan diferentes recompensas. Además podrás saquear la mazmorra robando una carta adicional que irá a parar a tu mano. Por el contrario si los jugadores son derrotados por el monstruo se verán afectados por el “mal rollo” que puede ser pérdida de tesoro, de niveles o incluso de la vida.

La «temible» Planta en un tiesto y el Dragón de Plutonio, dos de los monstruos del juego

Munchkin es un juego en el que a nivel estratégico, pese a su aparente sencillez, disponer de tu mano oculta, saber ayudar o ir contra otro jugador cuando es necesario o simplemente pasar desapercibido cuando toca, influye mucho en el resultado final de la partida. Es muy difícil ganar una partida de Munchkin sin que se te echen encima el resto de jugadores, ya que lo suyo es que los demás jugadores vayan a por el jugador con más nivel o más equipo.

Añadir que Munchkin, como todo gran clásico, tiene muchísimas expansiones, series con temáticas diferentes como StarMunchkin, Munchkin Zombis, Munchkin Cthulhu y una versión en juego de mesa al estilo mazmorreo como MunchkinQuest. Todas las ampliaciones así como las diferentes versiones pueden jugarse conjuntamente dando lugar a un disparatado dungeon en el que te encuentres a Cthulhu, Zombies y a un Dragón.