CROACIA 3 – ESPAÑA 5

Al partido no le falto de nada. Tuvo de todo. Fue una montaña rusa y España estuvo cerca de despeñarse cuando estaba en lo más alto. Un partido que desde luego engancharía al televisor a un espectador neutral. Digno de los mejores capítulos de Oliver y Benji. Empecemos por el fallo de Unai Simón. Un fallo que todos los que hemos jugado como porteros alguna vez hemos sufrido, y de los que cuesta mucho recuperarse, y pueden llegar a deprimir durante semanas. Un fallo que además a más de uno le ha condenado a ser recordado por eso. En favor del guardameta hay que decir que no se descompuso más de lo estrictamente necesario, y que además salvó a la Selección en alguna que otra ocasión. Transcurridos unos minutos, España se recuperó del mazazo, y se dedicó a lo que tocaba. Buscó el empate, haciendo lo que sabe, con sus armas, y en una jugada de estas que podía acabar en cualquier cosa, llegó el empate por obra de Sarabia. Con empate a uno se llegó al descanso, con España seguramente mereciendo más, y el dominio español cristalizó en el segundo tiempo con goles de Sarabia primero y de Azpilicueta después. España monopolizaba el balón y todo parecía apuntar a un final tranquilo y relajado. Nada más lejos de la realidad. Llegó el carrusel de cambios, y Croacia se ganó una vida extra. Dos goles en apenas cinco minutos que pusieron de manifiesto que España es una verbena atrás, y que quizá contra un rival con más calidad, esos detalles te mandan a la calle. Nos íbamos a la prórroga con el rival crecido y los nuestros con un importante bajón anímico. En el tiempo extra Morata y Oyarzabal arreglaron el desaguisado, y ya no hubo lugar a la sorpresa. España alcanza por fin unos cuartos de final que no saboreaba desde 2012. Por los méritos de unos y otros, se debió ganar el partido sin tanto sufrimiento, pero éste es un juego de goles, no de merecimientos.

En cuanto a lo que pueda pasar a partir de ahora, sería muy aventurado hacer cualquier tipo de pronósticos. Algunas de las que parecían claras favoritas al título ya están en casa, y hoy Inglaterra o Alemania harán también las maletas. Resulta también muy surrealista decir que a la máxima goleadora de la Eurocopa le falta gol. De momento, lo que es seguro es que el viaje por el viejo continente tendrá al menos una parada más. Suiza nos espera en San Petesburgo.

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